martes, 29 de septiembre de 2009

#4

Ayer (¿ayer? bue, no importa el día),fue un día de aquéllos: lleno de discusiones, desencuentros y gritos. Lucho siempre contra este tema de los gritos, me puede, cosa heredada de mi madre y cuando la persona que tengo enfrente no me escucha y me grita entonces mi nivel de voz comienza a subir gradualmente hasta que le parto los  oídos a la otra persona o hasta que me escucha..., entonces es probable que baje la voz y hable casi normalmente.
"EL NIÑO" llegó a la casa casi a la una de la tarde. Yo ya había comido algo y le dije que tenía comida en la heladera, que se la calentara en el microondas. Así fue.  Y me fui a recostar un rato pues estoy teniendo graves trastornos del sueño y no daba más. Dormí una hora como mucho y me levanté más rápido que ligero. "EL NIÑO" estaba mirando una película en la máquina de pasar DVD´s. Ya, no hay problema, para usarla está.
Aún no logro dilucidar cómo fue que comenzó el "diálogo"..., a veces creo que no debí tener hijos, ¿estaré capacitada? bueno, eso es harina de otro costal.
El está de invitado aquí, el se fue hace casi un año, mejor dicho: LO FUI. Pasaron los meses, se puso de novio, se mudó sólo, tuvo un trabajo muy bueno, el cual perdió por su propia estupidez; lueo llegó otro trabajo, luego comenzó a venir a vernos y a jactarse de todo lo que se compraba: ropa, muebles, computadora, cocina, sommier, etc., etc., etc.
La cuestión que ayer (¿ayer?, bue, no importa el día) comenzamos hablando y terminamos discutiendo.
Se iba a hacer algo para la merienda, obviamente no hay nada en la alacena y no he podido comprar porque además de ser madre y ama de casa, trabajo, como la mayoría de las mujeres en el mundo. Además, cansada de que viniera con su noviecita y se avalanzaran a la heladera y a la alacena cual termitas, no había repuesto nada de nada de lo que ya se había acabado. Hizo un comentario, yo hice otro y comenzamos.

Las condiciones que le habia dicho su padre estaban claras, pero no para él. Pasó múltiples límites de convivencia. Se le habló, en fin, a medida que pasaron los días me di cuenta de que todo lo que supuestamente había cambiado había sido una triste mentira, una gran función teatral. Y se lo dije.

Salió el tema de los timbrazos, salió el tema de la comida, salió el tema del trabajo, que dejó antes de tener otro en vista, salió el tema del alquiler que pagó a su suegro cuando le había pedido que por favor no pagara todo, que hablara con él y le pidiera el favor de pagarlo en dos o tres veces para que no se quedara sin dinero, pues no, fue corriendo a pagar 600 pesos de un solo saque y se quedó, obviamente, sin nada; con lo cual la fuente de recursos para sus supuestas salidas para buscar trabajo somos su padre y yo, y está bien, supongo que es lo que corresponde.

Con el tema de la comida, le dije que no podía ser que llegara con su novia y comieran como si estuvieran de picnic, que la guita no da. Se enojó, dice que no fue él ni su novia los que se comieron todo, y claro, no, aquí habemos otras personas, pero lo que se consumía en un mes, se consumió en 15 días ¿razón?: EL NIÑO y su convidada novia. El sigue insistiendo que no, pero come como lima nueva y no sé si es o se hace, pero quedo yo como una pelotuda.

Le dije que había hecho todo lo posible por congeniar, por ser compinche, por darle un espacio, pero ellos se aislaban, y luego protestaban de que nosotros somos fríos o que no le dábamos bola a su novia, y todas esas boludeces. Dijo que no se aislaba, que se iban a la pieza porque nosotros estábamos cada uno en lo suyo y entonces le dije: ¿qué querés, que dejemos de hacer nuestra vida ý pongamos una alfombra roja para que la señorita novia tuya entre a mi casa?

Otro tema: los horarios. Aquí el con su novia hasta la 23:30 porque la señorita faltaba al colegio y se venía desde la tarde hasta esas altas horas de la noche.

Cuestión, salieron temas viejos y nuevos, bueno, nuevos no, son siempre los mismos temas con la diferencia de que él creció pero no maduró y yo tengo ya 40 y tantos y mi salud se está yendo a pique a pasos agigantados.

Detalle por detalle, imposible de contar. No alcanzarían tres horas para contar y tampoco quiero ahondar en lo sucedido, y sí, soy, a fin de cuentas, un ser humano (o lo que va quedando de uno).

CONCLUSIÓN: Luego de muchos gritos recibidos y dados, más recibidos que dados quiero aclarar, deberá tratar con su padre cualquier tema.

AYER ME MORI Y ME CONVERTÍ EN UN FANTASMA.













HASTA LUEGO COCODRILO...

1 comentario:

CHECHE dijo...

Confidencias, has aguantado demasiado de todo, mentiras, abuso de tu casa y de tu alacena, en fin de todo, tu lo has dicho muy claro, me repito, en el coment del anterior post, te lo dije, sacalo de casa, es mayor, que se busque la vida, ya intentasteis por todos los medios que siguiera estudiando y lo mandó al traste, pues nada lo dicho, no puedes aguantar que te falte el respeto en tu propia casa, ya está bien, lo has educado bien, el no madura y no queda más que como adulto que es, o que deberia ser ya, que busque trabajo,pero que no os amargue más vuestra vida familiar, un beso.