como si nada ocurriera. Ayer fue un día de mierda, para variar. Yo me acosté a dormir la siesta, no daba más, me sentía muy mal, y a las dos de la tarde, minutos más, minutos menos, tocó timbre. Estaban las persianas bajas, por lo que él ya sabía que, o estaba descansando o no estaba en la casa. Pues qué hizo? Tocó el timbre a los vecinos, personas muy mayores, y les pidió que le permitieran pasar para entrar por la terraza pues las terrazas están comunicadas.
Todos los límites se los pasa por el culo.
Iba a decirle anoche que el 1° de noviembre debería irse de la casa, pero no pude, llegó tardísimo y estaba mi hermano en casa y no quise que se pusiera mal mi hermano, así que estoy esperando que el señorito de la casa se levante de descansar de sus arduas tareas (ironía) para decirle que deberá irse antes de lo previsto. Mi salud está en riesgo.
Todo ha sido una mentira, él es una mentira de pies a cabeza, no lo puedo soportar, un fraude, es la palabra que más se ajusta.
Tengo ganas de llorar, solo para desahogarme.
No doy más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario