lunes, 1 de marzo de 2010

#32

Nada sé de Eliacim. Aunque nos llevamos para el traste, le extraño, a fin de cuentas es mi hijo. No sabemos nada de él. Le he llamado por teléfono y no contesta, atiende el contestador o da siempre ocupado.  Creo que lo veo por todos lados, María me dice que no es él, que las fotos que encuentro aquí o allá en la red no es la foto de Eliacim, que sus ojos..., que su nariz..., y  yo siento que está lejos, lejos físicamente, a cientos de kilómetros de distancia. Intento pensar que María tiene razón y que yo, en medio de la incertidumbre, lo veo en cualquier rostro joven.

En cuanto a Elena, pues esta semana se define si pasa de año o si repite. Las amigas han armado una tramolla tremenda culpándola a ella de una mentira que jamás dijo. Yo le creo a mi mi hija y si sigue el hostigamiento iré a hablar con las madres de las chicas.

Le he dicho que no se preocupe, que no haga caso, que no vale la pena dedicar un segundo de su pensamiento a ellas que no sea el de tenerles compasión, porque está claro que las falencias de esas niñas son tremendas


2 comentarios:

MARÍA dijo...

Confidencias !qué decir! es inevitable que pienses en tu hijo, por eso porqué es tu hijo, a pesar de que el se olvide de ir a visitaros,pero como la vida es imprevisible, espera todas las piezas del puzzle aunque se tarde se colocan en si sitio además cuando menos lo esperes.
Cuentas de Elena tu adolescente adorada, dale todo tu apoyo y cariño como siempre,solo que la escuches y la aconsejes que mire bien que amigas conviene mantener y cuales no, es jóven,hay cosas que por inexperiencia ella es incapaz de ver, o quizá el miedo a quedarse sin amigas, pero no, siempre quedan las verdaderas,no entres en el tema de si hablar o no hablar, te aconsejo que no, si acaso que sea Elena la que hable con las mamás y les deje claro quién mintió, un abrazo y todo mi apoyo como siempre María.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

quedé para adentro.

lo auntaré en mi libro de paternidad.