domingo, 25 de abril de 2010

#44

LA VIDA NO ES NADA SIN AMIG@S


Hoy escribo en lila, porque son épocas de cambio. MªCecilia está en casa desde ayer, y a mí me pone súper feliz su compañía. Hacía más de 20 años que no nos veíamos, la vida nos había separado poniendo mil piedras en cada camino; piedras que tuvimos que sortear con lágrimas de todos los colores, aunque la mayoría de colores «oscuros»… según la profundidad del dolor. Estamos igual que a los quince años, sin arrugas (¡sí, sin arrugas aunque parezca imposible!) con un corazón más grande y fortalecido y una fuerza espiritual completa y absolutamente inmensa que nos une y nos seguirá uniendo vida tras vida. Las dos somos madres jóvenes, seremos abuelas jóvenes, y tenemos hijos que nos han dado de regalo no solamente el dolor de parto sino muchos otros dolores que han ido dejando cicatrices en el alma, de esas cicatrices que no se borran. Pero, NINGUNA DE LAS DOS PERDIÓ LA SONRISA.

1 comentario:

Confidencias de una Madre dijo...

y estoy segura de que por más que lloremos, seguiremos riéndonos SIEMPRE